En estos versos podemos ver cómo cada miembro es importante para el funcionamiento del cuerpo. Pablo utiliza la analogía del cuerpo humano para explicar cómo los creyentes son parte del cuerpo de Cristo y cómo cada uno tiene un papel diferente que desempeñar.

Ninguna parte de nuestro cuerpo puede funcionar por sí sola de forma independiente, todos necesitan de todos para un mejor desarrollo, de esta misma manera cada ministerio, cada hermano integrante debe estar unido por el Espíritu Santo a la cabeza que es Cristo, no podemos realizar cosas fuera del cuerpo de Cristo. 

Dios nos dió diferentes dones y talentos eso nos hace distintos de los demás, pero tenemos el mismo Espíritu en nosotros, eso hace que estemos unidos; pero si vemos que estamos alejándonos del trabajo en unidad, si ya no queremos trabajar bajo sujeción entonces es para preocuparse, porque estamos empezando a tener otro espíritu que no permite vivir en unidad, si te esta pasando esto podemos orar juntos y vencer toda individualidad.

En síntesis todos somos parte del cuerpo de Cristo y somos importantes para el funcionamiento del cuerpo, cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar y somos necesarios para los demás, entonces no debemos menospreciar a otros creyentes ni pensar que no son necesarios, por el contrario debemos trabajar juntos y apoyarnos mutuamente para que el cuerpo de Cristo funcione correctamente.

Conclusión: Recuerda que eres parte del cuerpo de Cristo y que eres importante para el funcionamiento del cuerpo, juntos venceremos las pruebas, juntos serviremos a Dios, juntos celebraremos las victorias, con Cristo a la cabeza. ¡Dios te bendiga!