Hoy quiero compartir con ustedes una parte de la carta que escribió Jeremías a los ancianos, sacerdotes, profetas y a todo el pueblo que fué llevado cautivo a Babilonia, y es que Dios permitió que ellos fueran desterrados por Nabucodonosor, pero el cautiverio en Babilonia no iría más allá de los setenta años. Dios le había designado un final, aunque pasarían una larga temporada en el exilio antes de que Dios los hiciera volver.

Y en la carta dice lo siguiente:

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. 

Jeremías 29:11

Dios conocía Sus propios pensamientos para con estos judíos desterrados en Babilonia. Ellos no sabían o no recordaban sus pensamientos hacia ellos, por lo que Dios quería expresarlos por escrito a través de la carta de Jeremías.

Los planes que tenía el Señor les daría un futuro y esperanza, aunque en ese momento no lo comprendían porque estaban desterrados, Dios sabía lo que hacía, porque no solo pensaba en ellos, sino también acerca de ellos, lo que quiere decir que se ocupaba de todo lo que tenga que ver con ellos para cumplir con los planes que Él tenía para ellos.

A veces en nuestra vida suceden circunstancias muy difíciles y dolorosas, que cuando pedimos a Dios que nos saque de ellas, es como si no nos escuchara, pasa el tiempo y nos sentimos desesperados porque no comprendemos porque el Señor permite esas situaciones en nuestra vida.

Pero hoy con este versículo quiero recordarte que los planes que Dios tiene "acerca de tí" son para darte un futuro y una esperanza, aunque para eso tengas que vivir procesos muy duros, pero todos ellos caminando de la mano de Dios serán para bien, a fin de que se cumplan Sus perfectos planes en nosotros.

"Caminar con Dios no significa que sea fácil, requiere de una confianza firme en Él, sobretodo cuando las cosas no son como nosotros desearíamos que fuesen".