El Alfarero y el barro
Publicado el 15 de julio, 2024
Publicado el 15 de julio, 2024
Es curioso lo que un Alfarero hace con la vasija de barro cuando ésta no tiene el resultado que él desea; y es que el alfarero no desecha la vasija y busca reemplazarla, sino más bien la aplasta y la hace de nuevo.
La Biblia registra que Dios le dá una lección al profeta Jeremías a través del trabajo de un alfarero.
Quizá los alfareros del presente no trabajan como lo hacían en la época de Jeremías. En aquella época no había electricidad para hacer girar la rueda, y tenían que hacerlo con el pie, así podían dedicar toda su atención para trabajar con sus manos en un barro sucio, feo, impotente y que no sirve para otra cosa. El alfarero está resuelto a transformar esa masa que no tiene forma ni atractivo alguno, en un objeto de arte. Es interesante observar el marcado contraste entre esa masa de barro y las hermosas y variadas piezas de alfarería que resultan de la labor del alfarero.
Jeremías observa como el alfarero trabaja en una vasija de barro y cuando ésta no tiene la forma que él deseaba, la aplasta y comienza de nuevo.
Entonces el Señor le dice lo siguiente:
«¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos.
Jeremías 18:6 NTV
Para explicarles un poco el contexto, a través de la visita a la casa del alfarero, Dios le habla a Jeremías y a todo Israel, recordándoles su derecho soberano de hacer lo que Él quisiera con un pueblo estropeado o una vasija que no tiene la forma que Él desea.
"Pues el barro no puede decirle al alfarero que forma desea tener, ni decide que forma tener, es el Alfarero quien lo decide"
Quizás al igual que Israel te apartaste de Dios o empezaste a hacer cosas que lo desagradaban y a pesar de sus advertencias seguías haciendo lo mismo una y otra vez; pero llegaste a un punto donde te sientes arruinado y aplastado; donde sientes que ya no puedes más, pero Dios a través de esto te recuerda que Él es el Alfarero y puede hacerte de nuevo si no estás siendo formado como Él desea.
Eres el barro y es Dios quien decide la forma que desea darte, pero puedes confiar en que el Buen Alfarero te dará una forma preciosa y muy valiosa, aunque para hacerlo tenga que aplastarte y hacerte de nuevo.
“¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos”
Jeremías 18:6 NTV
Haella Cerin
Líder de jóvenes Clm Trujillo
Sabemos que la vida nos presenta desafíos y obstáculos que a veces parecen insuperables. En esos momentos de duda y dificultad, es fundamental recordar que no estamos solos.